ARTICULO
INTERPRETATIVO
Por:
Keily Cordero
A
trece años del informe de la CVR, no se presenta avances de reparaciones a los
afectados y sus familias.
Han
pasado algunos años desde que Ayacucho fue azotado por la violencia política,
social y cultural, donde muchas vidas se perdieron, grandes injusticias se
crearon y solo quedaron rezagos de resentimientos
y grandes preguntas ¿Por qué nunca se hizo nada por esclarecer lo sucedido?
¿Por qué se sigue clamando justicia? ¿Quién fue el verdadero culpable?
El
informe presentado por la CVR (Comisión de la Verdad y Reconciliación) hace
trece años, estuvo lleno de carencias, con muchas dudas y temas inconclusos, sin
poder aclarar verdaderamente que fue lo que paso, quien lo ocasiono o porque se
tuvo que involucrar a tanta gente inocente, vertiendo la culpabilidad a tan
solo a una parte de los implicados.
Así
mismo no debemos olvidar que se violaron los derechos de la población,
especialmente de los de la zona rural, sin respetar el derecho a la vida y a
poder defenderse. Motivo que origino las perdidas familiares, de amigos,
objetos de valor y por aquello nunca nadie dijo nada. También se evidenció una
gran ola de discriminación y racismo por parte de otras ciudades del Perú.
Si
un ayacuchano viajaba a la capital, simplemente lo tildaban de “terruco”,
“senderista” o “revolucionario”, incluyendo a justos y culpables en el mismo
saco, donde todos pagaron por igual. No se respetó la forma de vestir, de
pensar, ni de sentir; simplemente se los marginaba. Tampoco fueron suficiente
las pérdidas que sufrieron y el pánico que se vivió, sino, tampoco se les daba
la oportunidad de olvidar lo vivido, más al contrario se lo recordaban como una
secuela que jamás podrán borrar.
Es
así, que el pasado 28 de agosto la CORAVIP (coordinadora regional de
organización afectados por la violencia política) alzo su voz de protesta en
torno al escaso avance frente al tema de reparaciones a las víctimas. Aún no se
ha cubierto las necesidades de salud, educación y vivienda. Dejando algunos
temas pendientes como la reapertura del registro único de víctimas,
reparaciones económicas y crear políticas sobre temas de salud mental.
Es
claro que el gobierno huye de su responsabilidad, negando reconocer sus
errores, sin embargo estas familias siguen esperando las reparaciones y aunque
mucho o poco se haya hecho; no se debe olvidar del valor que se le puede dar a
la vida de las personas, no podemos olvidar que este conflicto armado, la lucha
de ideologías se entrometió con la vida humana, sin respetar a nada ni nadie. Y
por ultimo debemos de seguir preguntándonos ¿Hasta cuando más tienen que
esperar para que la justicia del hombre llegue a ellos?